domingo, 14 de diciembre de 2008

Y como cada año, se nos echa encima la navidad...




Pues si, no es ningún secreto; Un año mas, se me ha echado la Navidad encima sin que me dé cuenta. No es que haya que prepararse especialmente para estas fechas, no soy de esas personas que disfrutan con la Navidad. De hecho, como muchos, supongo, en estos días se siente uno solo.

Pero no es como el resto del año. Me gusta salir a pasear cuando ha caído ya la noche y hace frío, ver a las parejas andando mientras miran los escaparates, todo envuelto en luces amarillas y con esos horribles villancicos de fondo... Algarabía por todos sitios, coches apresurados, lluvia y, de vez en cuando, hasta nieve, y sobre todo, grupos de gente por todas partes.

Nadie sale a la calle solo en Navidad, no se sabe por qué. Uno sale con su novia, con su madre o con su tía. Sale con su mujer y sus hijos, con el abuelo, pero no sale solo. Y dejas la cabeza vagabundear mientras andas sin rumbo fijo, perdido en ese extraño cuadro en el que te sientes tan fuera de lugar... Y por alguna razón, se me hace bonito. No lo entiendo, no sé por qué, pero ese agrio regusto que me queda en la boca cuando miro a todos lados, ese vacío en el pecho que juraría que es tristeza, me gusta en cierto modo. No puedo evitar sonreirme de medio lado, un poco, y pensar que, algo en la estampa, o mas bien toda ella en conjunto, con el ajeno paseante entre el mar de gente, no deja de resultar bella a su manera, cálida y fría a la vez, dulce y amarga.

Antes iba preparando mi estado anímico para esto durante mis paseos de otoño en los días grises, mirando la amplísima gama de marrones y naranjas de las hojas que caen. Pero al menos por aqui, los otoños han desaparecido desde hace unos años, y estas fechas me cogen siempre descolocado, como que no se ven venir.

Pero bueno, al menos me queda solo una semanita de trabajo, pronto podré dejar de tener que andar bebiendo para dormir, porque si no echo un par de tragos en las noches revueltas, pienso mas de la cuenta, y me vienen esas ganas de gritar hasta la afonía con todas mis fuerzas, de golpear cualquier cosa o a cualquiera y, también, de llorar. Pero de llorar no soy capaz desde hace tiempo, así que eso no es un problema, y como tampoco puedo permitirme ir a trabajar cada día sin haber dormido, pues se toma uno los cubatas, y mañana será otro día. Ya he pasado por esto otras veces, puedo con ello.

Estas son las últimas navidades que paso en Barcelona, por lo pronto, ya que en Enero me mudo a Málaga por mi cuenta, así que intentaré aprovecharlas y disfrutarlas. Antes me moría por que pasaran rápido para irme, pero después del chasco, sinceramente no me apetece. No, no me apetece irme ahora, no allí, pero aún menos me apetece quedarme aqui viviendo de mis padres, así que supongo que no queda otra. Ademas el contrato del alquiler del piso es solo de tres meses, luego puedo ir donde pueda o quiera, aunque no entra en mis planes el volver. No es que esté peleado con mi familia ni nada, pero simplemente quiero estar lejos, por mi cuenta. Y ver qué pasa, qué veo y conozco.

Feliz teatr...Navidad. ;)

2 comentarios:

Losselith dijo...

he visto que seguías mi blog :)

buen cambio... barcelona por malaga, espero que vaya bien

Alpha dijo...

Hola! Gracias por pasarte por mi blog! y seguirlo!!

La navidad la verdad es que... yo no se como tomarmela, como algo para darme cuenta que estoy sola, o como algo para unir a la familia al menos por una noche...

Ais... en fin, prefiero no pensar.
Salir a pasear va bien para congelar ideas!

Saludos!