jueves, 4 de diciembre de 2008

Hubo un tiempo




Hubo un tiempo en que el mundo dejó de ser mundo. Un tiempo en que todo caía, todo se desmoronaba, nosotros también. Un tiempo en que no comprendíamos, en que nos ahogábamos en nuestro propio terror, en nuestra misma agonía. Un tiempo en que lloramos y nos arrastramos, pidiendo a gritos un poco de tregua, un instante de paz.

Un tiempo en que no escucharon, en que no hubo piedad alguna, en que olvidamos lo que eso significaba. Una oscuridad en la que temblamos, en la que nos agazapamos entre sollozos buscando una tranquilidad que ya no existía, que nunca existió. Hubo un tiempo en que despertamos, en que abrimos los ojos, y vimos lo que antes no nos atrevimos a mirar. Pero miramos, observamos por entre las grietas de la desgarrada realidad, a través de los escombros de nuestra cordura.

Recordamos apenas un tiempo en que atisbamos parte de la verdad a través de un resquicio. Fue un tiempo horroroso, nadie quiere recordarlo ya. La verdad nunca es bonita, ni aún en los cuentos de hadas. Hubo un tiempo en que deseamos morir, esperando un final rápido e indoloro, un tiempo en que buscamos ese fin. Pero, de alguna forma, aguantamos ese tiempo. No fue por deseo de vivir, pues este se había extinguido ya mucho atrás...fue...a veces creemos que fue simple rebeldía, primaria e inmadura.

Un tiempo en que vencimos al dolor y al sufrimiento, en que abatimos la oscuridad. No. Mentiras. A nada ni nadie vencimos, sólo pudimos apartar. Dejarlos a un lado y mirar al extremo contrario, esperando que el rabillo del ojo no nos traicionara. Hubo un tiempo en que solo eso conseguimos, y no poco nos costó. Casi nos cuesta todo, casi nos cuesta demasiado...Si...demasiado...nos lo costó. Pero vivimos.

Hubo un tiempo en que dejamos de sentir, dejamos de escucharnos, pues nada teníamos ya que decir, un tiempo en que nuestras carcasas vacías corrían. Un tiempo en que los débiles soportamos lo que empezamos a volver a ver a nuestros lados, porque atrás no queremos mirar. Porque nada arreglamos, nada curamos...y ahora es más grande, más frío, más oscuro, más vacío...más fuerte.

Hubo un tiempo por el que nos odiamos, como hay un tiempo por el que nos odiaremos.

No hay comentarios: